Patologías del pulgar

Artritis carpometacarpiana o Rizartrosis

La rizartrosis es la artrosis de la articulación trapecio-metacarpiana, situada en la raíz del pulgar. Puede tratarse mediante cirugía de artroplastia, que puede ser de suspensión o protésica, según el caso. El principal propósito de la intervención consiste en hacer desaparecer el dolor e impedir que el progreso de la enfermedad afecte al resto de la mano.

Tenosinovitis de De Quervain

Es una irritación o inflamación de los tendones que mueven el pulgar y que se encuentran en la cara externa de la muñeca. Se da al reducirse el diámetro del canal por el que pasan estos tendones, dificultando su movimiento.

El principal síntoma es el dolor en la cara externa de la muñeca que puede aparecer de forma gradual o repentina. Es posible que las molestias se irradien hacia el antebrazo y empeoren al utilizar la mano y el pulgar. Puede existir edema (hinchazón) o aparecer quistes en la zona. También es posible notar un crujido al mover el pulgar.

El tratamiento mediante cirugía consiste en la liberación de los tendones para mejorar la sintomatología dolorosa y conseguir que los tendones se movilicen adecuadamente.

Lesiones de ligamento colateral

La caída y torcedura del pulgar puede producir el arranque de los ligamentos que hay en su base, ocasionando una dificultad muy importante para realizar la pinza. Es muy importante la reparación del ligamento dentro de las dos semanas siguientes a la lesión, de lo contrario puede ser necesario realizar un injerto de un tendón..

Reconstrucción postraumática del pulgar

La falta de pulgar, su acortamiento, o su insensibilidad son secuelas de distintos tipos de traumatismos. La ausencia de la función del pulgar imposibilita severamente la función de la mano.

El trasplante de dedos del pie, el alargamiento de muñones o el uso de otras partes de la mano para sustituir la función del pulgar son muchas veces necesarios para recuperar la función de pinza de los dedos.